Por primera vez en estos días pensé que la ley de cupo es una cagada para las mujeres.

Nunca lo había pensado así, al contrario. me parecía que generaba la oportunidad de abrir la participación ... y que después se vería.

Sin embargo, vean.
Yo estoy saegunda en dos listas, local y seccional. Estoy casi como soporte, porque los candidatos reales son Juan y Carlos. No pedí estar en esas listas: no quiero volver a ser concejal, y no tenía chances de negociar el lugar de senadora provincial. Sin embargo, Juan me pidió que lo acompañe, y Darío cedió su lugar (segundo) en la seccional porque le pareció mejor que vaya yo.

En los últimos días, tanto Juan como Carlos se enojaron y pelearon conmigo. Podría decir que eso ocurrió por nada, pero nadie me creería, así que digamos que soy una mina jodida y que siempre estoy al acecho buscando la oportunidad de cagarlos (que es lo que ellos creen).

Ante esto, supongamos la situación hipotética (si esto ocure yo jamás lo sabré, porque al pelearse conmigo me han dejado afuera de las negociaciones) que en cualquiera de esos ámbitos el frente les dijera: les damos un lugar pero es para una mujer.

HORROR!!!!!!

Alguien pensaría que es un lugar que me gané? Alguna vez podría recuperarme del odio que generaría?
Cuando fui concejal encabecé la lista, yo llevé adelante la construcción política y las negociaciones ... y sin embargo ...

Gracias, no quiero el lugar de la mujer. Si no tienen un lugar para Alicia, no quiero nada.

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